
Afecciones Cardíacas
"un corazón una vida"
En la actualidad existen numerosos riesgos a nuestra salud. Enfermedades silenciosas, malos hábitos alimenticios, estrés y demás. Nuestro cuerpo está formado por órganos y sistemas y si algún órgano empieza a fallar puede hacer que todo el sistema colapse. Se escogerá a tratar uno de los sistemas del cuerpo y sus afecciones sin embargo para hablar del problema debemos hablar de su funcionamiento y anatomía. El sistema circulatorio es un sistema de transporte que tiene como función distribuir la sangre por todos los órganos y tejidos del cuerpo, está conformado por los vasos sanguíneos que son de tres tipos: las arterias, las venas y los capilares y principalmente el corazón.
El corazón
El corazón (del latín cor) es el órgano principal del aparato circulatorio. En los animales vertebrados, incluyendo el hombre, es un musculo hueco que funciona como una bomba aspirante e impelente que impulsa la sangre a través de las arterias para distribuirla por todo el cuerpo. El corazón humano tiene el tamaño de un puño y un peso de 300 gramos que equivale al 0.40% del peso corporal, está situado en el centro de la cavidad toraxica flanqueado a ambos lados por los pulmones. El corazón es un órgano muscular hueco cuya función es bombear la sangre a través de los vasos sanguíneos del organismo. Se localiza en la región central del tórax, en el mediastino medio, entre los dos pulmones. Está rodeado por una membrana fibrosa gruesa llamada pericardio. El corazón tiene la forma de una pirámide inclinada, la porción puntiaguda de la pirámide está inclinada hacia la izquierda y abajo, mientras que la base mira hacia arriba y es el área de donde surgen los grandes vasos sanguíneos que llevan la sangre fuera del órgano. La parte inferior del corazón descansa sobre el diafragma mientras que las caras laterales están contiguas al pulmón derecho e izquierdo y la cara anterior se sitúa detrás del esternón.
anatomía del corazón

El corazón pesa entre 7 y 15 onzas (200 a 425 gramos) y es un poco más grande que una mano cerrada. Al final de una vida larga, el corazón de una persona puede haber latido (es decir, haberse dilatado y contraído) más de 3.500 millones de veces. Cada día, el corazón medio late 100.000 veces, bombeando aproximadamente 2.000 galones (7.571 litros) de sangre. Está compuesto por tres capas, cavidades cardiacas y válvulas.
Las tres capas.
Endocardio: Es una delgada capa que reviste la superficie interna de las cuatro cámaras cardíacas, las válvulas y los músculos.
Miocardio: Es la capa media del corazón formada por músculo cardiaco, responsable del bombeo de la sangre a todo el cuerpo
Epicardio: Es una membrana delgada y brillante que cubre la superficie externa del corazón.
El corazón está protegido por la caja torácica y por un saco llamado pericardio, que es un tejido fuerte formado de dos capas separadas por líquido lubricante que permite los movimientos del órgano.
El corazón se compone de cuatro cavidades. Dos ventrículos y dos aurículas
Desde los ventrículos del corazón se bombea sangre hacia una arteria de la circulación. Sin embargo, la sangre que circula por las venas es la que regresa al corazón llegando a las aurículas. De las aurículas pasa a los ventrículos para que desde allí, nuevamente pasen al circuito de la circulación correspondiente.
El ventrículo izquierdo es el que ejerce mayor fuerza muscular, porque desde aquí la sangre se bombea a la circulación sistémica. Para evitar que la sangre fluya hacia atrás entre dos latidos, hay varios tipos de válvulas cardiacas: un tipo entre las aurículas y los ventrículos, y otro entre los ventrículos y las arterias.
Las válvulas cardíacas
· Las válvulas que controlan el flujo de la sangre por el corazón son cuatro:
· La válvula tricúspide controla el flujo sanguíneo entre la aurícula derecha y el ventrículo derecho.
· La válvula pulmonar controla el flujo sanguíneo del ventrículo derecho a las arterias pulmonares, las cuales transportan la sangre a los pulmones para oxigenarla.
· La válvula mitral permite que la sangre rica en oxígeno proveniente de los pulmones pase de la aurícula izquierda al ventrículo izquierdo.
· La válvula aórtica permite que la sangre rica en oxígeno pase del ventrículo izquierdo a la aorta, la arteria más grande del cuerpo, la cual transporta la sangre al resto del organismo.
enfermedades del corazón

Las enfermedades cardiovasculares son un grupo de trastornos que ocurren cuando el corazón y los vasos sanguíneos no están funcionando como deberían hacerlo. Existen muchos tipos de enfermedades cardiacas pero la causa más común es el estrechamiento o bloqueo de las arterias coronarias, los vasos sanguíneos que suministran sangre al propio corazón. A esto se le llama enfermedad de las arterias coronarias y se desarrolla lentamente con el transcurso del tiempo. Es la causa más importante por la cual las personas sufren infartos. Estas enfermedades son la principal causa de muertes en el mundo.
Los síntomas más comunes que presentan estas enfermedades son:
Dolor o molestias en el pecho
Dolor o molestias en brazos, hombro izquierdo, mandíbula, espalda y hasta el epigastrio (inicio del estómago o boca del estómago)
infarto

principales enfermedades cardiacas
El infarto de miocardio es una patología que se caracteriza por la muerte de una porción del músculo cardíaco que se produce cuando se obstruye completamente una arteria coronaria.
En las circunstancias en las que se produce la obstrucción el aporte sanguíneo se suprime. Si el músculo cardiaco carece de oxígeno durante demasiado tiempo, el tejido de esa zona muere y no se regenera. Esta patología se manifiesta cuando las personas alcanzan la media edad y afecta tanto a hombres como a mujeres. “En las mujeres la enfermedad se manifiesta unos diez años más tarde que en los hombres por lo cual, el mito que hay de que a las mujeres no les afecta la cardiopatía isquémica es mentira”. Esto se debe a que la situación hormonal de la mujer menstruante hace que esté más protegida contra el riesgo de padecer un infarto de miocardio.
La principal causa del infarto de miocardio es la obstrucción de las arterias coronarias. Para que el corazón funcione correctamente la sangre debe circular a través de las arterias coronarias. Sin embargo, estas arterias pueden estrecharse dificultando la circulación.
Si el corazón se expone a un sobreesfuerzo pueden aparecer trastornos y formar un coágulo que, a su vez, puede tapar una arteria semiobstruida. Esta obstrucción, interrumpe el suministro de sangre a las fibras del músculo cardiaco. Al dejar de recibir sangre estas fibras mueren de forma irreversible. El infarto de miocardio ocurre cuando un coágulo de sangre (trombosis coronaria) obstruye una arteria estrechada. Normalmente el infarto de miocardio no sucede de forma repentina. Puede llegar causado por la aterosclerosis, un proceso prologado que estrecha los vasos coronarios. Existen factores que pueden acelerar que las arterias se deterioren y propiciar que se obstruyan.
algunos síntomas pueden ser: dificultad respiratoria, dolor toraxico, sudaracion, palidez, mareos e incluso se puede producir nauseas, vomito y desfallecimiento
el riesgo de padecer infarto puede evitarse siguiendo unas pautas de vida saludable las cuales podrían ser dejar de fumar y consumir alcohol, dieta balanceada y realizar ejercicios
Arrtimias

Una arritmia es una alteración del ritmo cardíaco. Pero para entender mejor qué es una arritmia, antes debemos saber cómo y por qué late el corazón.
Los latidos del corazón ocurren como consecuencia de unos impulsos eléctricos que hacen que las aurículas y los ventrículos se contraigan de forma adecuada, sincrónica y rítmica. La frecuencia cardíaca normalmente oscila entre 60 y 100 latidos por minuto (lpm).
Causas
Las arritmias cardíacas aparecen por alguno de estos tres motivos:
· El impulso eléctrico no se genera adecuadamente
· El impulso eléctrico se origina en un sitio erróneo.
· Los caminos para la conducción eléctrica están alterados.
Hay diferentes clasificaciones de las arritmias:
Por su origen
· Supra ventriculares: se originan en las aurículas o en el nodo aurículo-ventricular
· Ventriculares: se originan en los ventrículos
Por su frecuencia cardiaca
· Rápidas o taquicardias: frecuencia superior a los 100 lpm
· Lentas o bradicardias: frecuencia por debajo de los 60 lpm
Por su modo de presentación
· Crónicas: de carácter permanente
· Paroxísticas: se presentan en ocasiones puntuales
Síntomas
Las arritmias pueden causar síntomas como palpitaciones, mareo, síncope, dolor torácico o pérdida de conocimiento, pero también pueden pasar inadvertidas y detectarse casualmente cuando se realizan pruebas diagnósticas.
Tratamiento
Depende del tipo de arritmia, de su causa y de las características del paciente:
· Bradiarritmias. Una vez resueltas posibles causas no cardiacas, en ocasiones pueden precisar para su tratamiento de la colocación de un marcapasos, que es un dispositivo que se implanta debajo de la piel y que tiene unos cables que llegan hasta el corazón, de forma que registran la actividad eléctrica del mismo y lo estimulan cuando es necesario.
· Taquiarritmias. También es muy importante tratar los factores que predisponen a ellas o que las agravan (isquemia cardiaca, inadecuada oxigenación de la sangre, insuficiencia cardiaca…). Una vez resueltas estas situaciones, el manejo de las taquiarritmias se realiza generalmente mediante fármacos (que pueden usarse para controlar la arritmia reduciendo la frecuencia cardiaca, para hacerla desaparecer y para prevenir nuevos episodios). A veces puede ser necesario realizar una cardioversión eléctrica (tras dormir al paciente, se administra un choque eléctrico mediante unas palas que se sitúan sobre el tórax) para eliminar la arritmia. También puede realizarse un estudio electrofisiológico, ya comentado anteriormente, que además de diagnosticar las arritmias permite tratar alguna de ellas mediante una ablación, que consiste en aplicar corrientes eléctricas que producen pequeñas quemaduras, anulando las zonas responsables de las arritmias.
Finalmente, en aquellos pacientes con riesgo de arritmias potencialmente mortales, puede implantarse un desfibrilador, que es similar a un marcapasos pero con la capacidad de administrar descargas eléctricas desde dentro del corazón que pueden cortar arritmias que pongan en riesgo la vida.
hipertension arterial

La hipertensión arterial es una patología crónica que consiste en el aumento de la presión arterial. Una de las características de esta enfermedad es que no presenta unos síntomas claros y que estos no se manifiestan durante mucho tiempo. Las primeras consecuencias de la hipertensión las sufren las arterias, que se endurecen a medida que soportan la presión arterial alta de forma continua, se hacen más gruesas y puede verse dificultado al paso de sangre a través de ellas. Esto se conoce con el nombre de arterioesclerosis.
Causas
Aunque todavía no se conocen las causas específicas que provocan la hipertensión arterial, sí se ha relacionado con una serie de factores que suelen estar presentes en la mayoría de las personas que la sufren. Conviene separar aquellos relacionados con la herencia genética, el sexo, la edad y la raza y por tanto poco modificables, de aquellos otros que se podrían cambiar al variar los hábitos, ambiente, y las costumbres de las personas, como: la obesidad, la sensibilidad al sodio, el consumo excesivo de alcohol, el uso de anticonceptivos orales y un estilo de vida muy sedentario.
Causas no modificables
Factores genéticos: La predisposición a desarrollar hipertensión arterial está vinculada a que un familiar de primer grado tenga esta patología. Aunque se desconoce el mecanismo exacto, la evidencia científica ha demostrado que cuando una persona tiene un progenitor (o ambos) hipertensos, las posibilidades de desarrollar hipertensión son el doble que las de otras personas con ambos padres sin problemas de hipertensión.
Sexo: Los hombres tienen más predisposición a desarrollar hipertensión arterial que las mujeres hasta que éstas llegan a la edad de la menopausia. A partir de esta etapa la frecuencia en ambos sexos se iguala. Esto se debe a que la naturaleza ha dotado a la mujer con unas hormonas que la protegen mientras está en la edad fértil (los estrógenos) y por ello tienen menos riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, las mujeres jóvenes que toman píldoras anticonceptivas tienen más riesgo de desarrollar una patología cardiaca.
Edad y raza: La edad es otro factor que influye sobre las cifras de presión arterial, de manera que tanto la presión arterial sistólica o máxima como la diastólica o mínima aumentan con los años y lógicamente se encuentra un mayor número de hipertensos a medida que aumenta la edad.
En cuanto a la raza, los individuos de raza negra tienen el doble de posibilidades de desarrollar hipertensión que los de raza blanca, además de tener un peor pronóstico.
Causas modificables
Sobrepeso y obesidad: Los individuos con sobrepeso están más expuestos a tener más alta la presión arterial que un individuo con peso normal. A medida que se aumenta de peso se eleva la tensión arterial y esto es mucho más evidente en los menores de 40 años y en las mujeres. La frecuencia de la hipertensión arterial entre los obesos, independientemente de la edad, es entre dos y tres veces superior a la de los individuos con un peso normal. No se sabe con claridad si es la obesidad por sí misma la causa de la hipertensión, o si hay un factor asociado que aumente la presión en personas con sobrepeso, aunque las últimas investigaciones apuntan a que a la obesidad se asocian otra serie de alteraciones que serían en parte responsables del aumento de presión arterial. También es cierto, que la reducción de peso hace que desaparezcan estas alteraciones.
Vasculares: Entre el 2,5 y el 6 por ciento de los problemas relacionados con el riñón pueden influir en la aparición de la hipertensión arterial. De hecho, suponen entre el 2,5 y el 6 por ciento de las causas. Las principales patologías vasculares que influyen son:
Enfermedad renal poliquística.
Enfermedad renal crónica.
Tumores productores de renina.
El síndrome de Liddle.
Estenosis de la arteria renal.
Endrocrinológicas: Las causas endocrinas representan entre el 1 y el 2 por ciento. En éstas se incluyen desequilibrios hormonales exógenos y endógenos. Las causas exógenas incluyen la administración de corticoides. Aproximadamente el 5 por ciento de las mujeres que toman anticonceptivos orales puede desarrollar hipertensión. Los factores de riesgo para la hipertensión asociada con el consumo de anticonceptivos orales incluyen la enfermedad renal leve y la obesidad. Los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden tener efectos adversos sobre la tensión arterial. Estos efectos pueden contribuir a la inducción de la hipertensión en un paciente con hipertensión controlada o normotenso.
Además existen drogas y toxinas que pueden propiciar la aparición de la hipertensión:
Alcohol, Cocaína, Ciclosporina, tacrolimus, Fármacos antiinflamatorios no esteroides, Eritropoyetina, Medicaciones adrenérgicas, Descongestionantes que contienen efedrina, Remedios a base de hierbas que contienen regaliz, Nicotina.
Por último, existen algunas enfermedades que se relacionan con la hipertensión como son el hipertiroidismo e hipotiroidismo, la hipercalcemia, el hiperparatiroidismo, la acromegalia, la apnea obstructiva del sueño y la hipertensión inducida por el embarazo.
Síntomas
“la mayor limitación a la hora de detectar la hipertensión es que la mayoría de los casos de hipertensión transcurren sin que haya ningún síntoma y, por tanto, la enfermedad pasa desapercibida, con el riesgo que eso conlleva”. Hay síntomas inespecíficos, como las cefaleas, que ayudan a detectarla porque ponen en alerta al paciente que decide ir al médico o acudir a la farmacia a que les tomen la tensión. Sin embargo, esos síntomas no se pueden atribuir a la hipertensión porque coinciden en el tiempo como respuesta al dolor.
En el caso de los hipertensos que han estado sin diagnóstico durante mucho tiempo, estos pueden sufrir en un momento dado una complicación, como una angina de pecho, que es un síntoma derivado de esa complicación.
Prevención
Tener hábitos de vida saludable y, sobre todo, evitar el sobrepeso y la obesidad son los principales factores para prevenir la aparición de la hipertensión.
Los especialistas señalan que llevar una dieta sana y practicar ejercicio puede ayudar a que la población general esté exenta de sufrir esta patología.
En los casos en los que en la familia haya antecedentes de hipertensión y por tanto haya una predisposición a ser hipertenso a lo largo del tiempo, este factor genético supone una llamada de atención adicional a que el paciente cuide esos hábitos de vida y vigile sus cifras de tensión arterial.
Tipos
La tensión arterial tiene dos componentes:
Tensión sistólica: Es el número más alto. Representa la tensión que genera el corazón cuando bombea la sangre al resto del cuerpo.
Tensión diastólica: Es el número más bajo. Se refiere a la presión en los vasos sanguíneos entre los latidos del corazón.
La tensión arterial se mide en milímetros de mercurio (mmHg). La tensión arterial alta (HTA) se diagnostica cuando uno de estos números o ambos son altos. Esta enfermedad se conoce también como hipertensión.
La tensión arterial alta se clasifica como:
Normal: menos de 120/80 mmHg
Prehipertensión: 120/80 a 139/89 mmHg
Estadio 1 de hipertensión: 140/90 a 159/99 mmHg
Estadio 2 de hipertensión: 160/109 a 179/109 mmHg
Estadio 3 de hipertensión: mayor de 179/109 mmHg
Tratamientos farmacológicos
En caso de que los cambios de los hábitos de vida no funcionen, hoy en día existen tratamientos farmacológicos que son muy útiles para controlar la presión arterial. Inicialmente estos tratamientos comienzan con un solo fármaco. No obstante, en algunos casos esta medida no es suficiente y necesitan combinar con dos o tres medicinas para controlar la presión arterial. Debido a que la hipertensión arterial es una enfermedad crónica, es fundamental que los pacientes sean constantes con los tratamientos al no ser constantes puede tener una serie de consecuencias. La principal es que tendrá la hipertensión mal controlada, lo que a largo plazo puede derivar en complicaciones cardiovasculares mayores como infarto de miocardio, ictus, deterioro de la función renal o de la circulación de las piernas, entre otros.
Angina

La angina es un dolor o molestia en el pecho que se siente cuando no hay suficiente irrigación sanguínea al músculo cardiaco. Este músculo cardiaco necesita el oxígeno que transporta la sangre. La angina puede sentirse como una presión o un dolor opresivo en el pecho. Puede parecerse a una indigestión. También puede haber dolor en los hombros, los brazos, el cuello, la mandíbula o la espalda.
La angina es un síntoma de la enfermedad de las arterias coronarias, la enfermedad cardiaca más común. Esta ocurre cuando una sustancia llamada placa se acumula en las arterias que llevan la sangre al corazón, reduciendo el flujo sanguíneo.
Hay tres tipos de angina:
Angina estable o de esfuerzo: Ocurre cuando el corazón trabaja más fuerte que lo usual. La angina estable tiene un patrón regular. Se trata con descanso y medicinas.
Angina inestable o mixta: No sigue un patrón y puede ocurrir sin hacer algún esfuerzo físico. No desaparece espontáneamente con el reposo o las medicinas. Es una señal de que podría ocurrir un infarto luego.
Angina variable o de reposo: Ocurre cuando está descansando. Se trata con medicinas.
¿En qué se diferencia del infarto?
El infarto de miocardio (músculo del corazón) y la angina de pecho son la causa más común de dolor agudo en el pecho (dolor torácico). Mientras que en la angina el dolor es debido a una falta de oxígeno transitoria, en el infarto se produce necrosis (muerte) de las células miocárdicas. El origen del problema está en la falta de oxígeno suficiente para mantener activas las células del corazón.Esta insuficiencia de oxígeno produce un dolor intenso, opresión o malestar en la región del corazón, que se extiende hasta el hombro y el brazo izquierdo, produciendo sofocación y, al mismo tiempo, una marcada ansiedad o angustia.
También se puede notar en la espalda, los dos brazos, detrás del esternón e incluso, a veces, en la mandíbula o en la boca del estómago. En uno u otro caso, el oxígeno no llega al corazón porque la sangre tampoco llega en cantidad suficiente. La razón es que las arterias coronarias (vasos sanguíneos que llevan el oxígeno al corazón) están obstruidas parcial (angina de pecho) o totalmente (infarto).